Project Natick: Microsoft prueba con centros de datos submarinos
Tratando de encontrar una solución al problema del costo de la refrigeración del centro de datos, Microsoft explora la idea de centro de datos sumergido con el proyecto Natick.
¿Cómo reducir el costo de enfriamiento de centro de datos, que es uno de los principales problemas del funcionamiento de estas instalaciones? Algunos se establecieron en países fríos, otros derivan de fuentes de energía alternativas para el consumo de sistemas de refrigeración o dejar correr agua fresca para enfriar completamente las instalaciones.
El grupo Microsoft explora otra pista con el Project Natick: sumergir los centros de datos a decenas de metros de profundidad, donde el agua fría de los océanos podría contribuir a enfriar el equipo.
Asociada a una turbina que funciona a través de la corriente, o aprovechar el sistema de energías renovables, el centro de datos podría incluso producir en parte su propia energía. Para probar su idea, Microsoft ha construido un primer prototipo de centro de datos submarino, llamado Leona Philpot.
Leona Philpot ha sido sumergida durante 105 días en el año 2015 a unos diez metros de profundidad en la costa de California, y sus cientos de sensores (temperatura, humedad, movimiento, presión, etc.) fueron monitoreados remotamente desde el campus de Redmond.
El cilindro de metal lleno de servidores, funcionó a la perfección durante la fase de prueba, lo que abre el camino a nuevos tipos de centros de datos que podrían ser desplegados muy pronto, y será cerca de grandes ciudades cercanas al océano. Sin necesidad de tenerlo todo conectado por fibra óptica en grandes espacios.
Estas cápsulas submarinas pueden funcionar bajo el agua durante cinco años antes de tener que someterse a un reemplazo de su hardware, pero el sistema podría funcionar por sí mismo durante veinte años sin intervención humana.
Microsoft prepara otra prueba de sus centros de datos sumergidos el año próximo en la Florida, y también en el norte de Europa. El grupo afirma que el impacto ambiental de este sistema es muy bajo, por lo menos en las pruebas realizadas con Leona Philpot.